Tras los
claroscuros bicolores
de nuestro
designio,
quedaron
atrapados
por la
inercia de la vida, los labios
que flotando
por los semblantes fríos
cubrieron
estáticos el momento.
"Mascarada de amor" Jesús Villamil Gómez |
Sus ásperas
huellas,
que no
olvidaron las falacias
de los
sonidos huecos de la palabra,
permanecen
como recordatorio
de aquella
historia
a la que nos
entregamos.
Los roces
universales
de nuestra
piel inmortal,
prendidos
por los horadados huecos
de nuestras
vacuas reflexiones
huyeron más
allá
de nuestra
propia mascarada.
Deseábamos
existir
fuera de lo
perecedero,
para ser por
encima del momento,
la sutil
muestra del engaño
atrapado por
un universo
retraído en
nuestras mentes.
Luchar por
unos besos
desprovistos
de tiempo,
castrados de
los espacios
de nuestra
historia adherida
burdamente a
los espacios
perennes de
la inexistencia.
En la honda
necesidad de quererte.
En la
quimera inútil
de acercarme
a tu rostro,
y beber de
tu vacío
la pasión
que cubra
el dolor de
mi mentira.
Pues el amor
desdibujado
al que dejamos
arrastrar
nuestras
ansias, observa
a pesar de
todo las farsas
con las que
revestimos nuestros cuerpos
y engañamos
nuestras razones.
Rosa María Estremera Blanco.
Ay, amiga. El amor inalcanzable, la eterna lucha. Me gusta el poema.
ResponderEliminarInalcanzable y eterno. Muchas gracias querida amiga. Un abrazo
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