viernes, 28 de noviembre de 2014

Carta de otoño.

        Quizás no llegué a comprender
        que era yo quién debía cuidarte
 
        y solo quise escuchar
        la paz en tu espera,
        tu consuelo...
 
        Quizás debí aceptar que era más fuerte
        que yo podía,
        más no exististe entonces
        y yo, nací para unirte
       para poder vivirte...
 
       Quizás había llegado el día
       de no hablarme,
       y deambular
       por la inmensidad yerta
       de la soledad humana...
 
       Quizás, pudiera así descansar,
       y dejarme arrastrar
       por los sueños
       del descanso de las noches
       y las tibias tardes de un otoño...
 
 Rosa María Estremera.


lunes, 24 de noviembre de 2014

Por un momento...

"Por un momento
tu aliento
secuestró mis pensamientos.
Acariciada
por las frescas manos
de tu recuerdo,
observé intranquila mi rededor...
todo estaba extrañamente dorado,
difusamente iluminado
como si la penumbra
que de la noche nacía,
quisiera vestirse de ópalos claros.
todo refulgía
mi ignorancia,
el callado beso de las hojas,
los contrastes de las luces artificiales
y el de sus sombras naturales.
Por un momento,
me besó
el tímido suspiro de la inspiración.
 
Rosa María Estremera.