lunes, 26 de octubre de 2015

Calma inconquistable

Después del feroz ímpetu de la presentación de "El tacto de la luna hiriente" de Ediciones Vitruvio... os dejo una calma inconquistable.


Hoy me deseo en esta calma inconquistable,

abrupta al ser. Vencida.
 

Agarrada a los abismos

de las fortalezas más aguerridas.      
 

Me imploro en la  inocencia

de los montes más altos

donde las brumas se disipan,

y las cercas laceran sin sentir

los rodeos del pensamiento

asfixiado en cada una de sus letras.
 

Nada se puede contra

la tajante laxitud de lo inevitable,

tras la pasión incontrolada

que hace crear burbujas

en el cristal

más finamente elaborado.
 

La placentera quietud de lo conocido

que se eleva

silencioso,

entre las habitaciones que construimos

bajo la presión de la existencia.
 

Sobrevive. Intacto.

La feroz apetencia de lo amado.

 

Rosa María Estremera.