De la búsqueda humana por encontrarse. Por dar
sentido al sinsentido. De llegar a
ser lo que uno desea. De la duda de la elección. De la culpa por sentir. Del
engaño del vivir.
¡Es imposible poder encontrarte!
Pienso… y me doy cuenta que no existes, que sólo eres fruto
de mi mente, que mi imaginación no para de hacerme trampas haciéndome
sentir que algo soy, que algo encuentro.
¡Pero nada soy, nada! Ni aquí ni allí… nada.
Cuentos que me cuento y que a veces creo;
instantes soleados entre muros fríos,
resbaladizos y sombríos.
Días, semanas, meses.
Historias que a veces vivo y otras que se
escapan entre los telares de este vasto escenario de la vida. Épocas, en que me
aprendo el papel y lo escenifico con credibilidad hasta parecerme real.
Entonces, puedo vivir con soltura esta
aventura social y cultural tan humana, sublimada y exquisita que el hombre ha
sabido inventar y poder así, justificar una existencia falsa y vacía llena de
infinitos detalles velados de maldad y muerte.
Pienso que es imposible poder encontrarte…
… Y entonces vuelvo a inventarte vestido de
vida y verdad. Sé que no existes pero deseo tener la certeza de ilustrarte y
dibujarte.
Jugando a ser una diosa, te otorgo las mejores
joyas, los más altos atributos, los más nobles dones… y vuelvo a creer en ti y
me convierto otra vez en descarriada humana que sufre por querer sentir las
pasiones y emociones humanas, fustigándome por sentir tanto, castigándome por
ver tan claro…
Con estos ojos, miro los tuyos claros y me
pregunto si eres capaz de sentir lo que siento, si soy capaz de entender el
azul del cielo recogido de tus órbitas.
Y rezo para que no veas como yo. Rezo para que
no sepas, para que nunca veas lo que yo y puedas vivir las historias que inventemos
con un poco de calma hasta el fin de nuestras vidas aún corpóreas.
Que nunca sepas que no soy nada, que no existo,
que solo soy un cuento fruto de mi mente.
Que sólo soy una trampa, como tú, en la que
caigo y te empujo a vivir algo que sintamos certero, ya que la verdad no
existe.
Nada existe ni es real fuera de la mente.
Empújame en tus mentiras creadas para soportarme. Empújame y abrázame fuerte para poder sentir, aunque sea un instante que hay algo de real en mí que pueda besarte que puede aprender a olvidar la verdad y vivir junto a ti… si es que tú existes.
Empújame en tus mentiras creadas para soportarme. Empújame y abrázame fuerte para poder sentir, aunque sea un instante que hay algo de real en mí que pueda besarte que puede aprender a olvidar la verdad y vivir junto a ti… si es que tú existes.