martes, 1 de abril de 2014

Enmarcados amarillos

Enmarcamos amarillos que nacen de la estéril tierra del invierno, dejamos que nazcan de nuevo, entre las tierras y troncos de nuestros pensares, y una vez más, rezamos cielos que azulean en el fondo de nuestras desdichas.

Creemos y vivimos tibiezas nuevas y renacidas pasiones reconquistadas de las enquistadas tristezas de antaño. Todo lo olvidamos: el invierno estéril y los pensares tristes y buscamos ansiosamente, casi inocentemente las nuevas luces un año más.

Y un año más espero que nunca se acabe, que el sol siempre caliente flores de campos y suelos presentes y que nunca se olvide de mirarme y calentarme…
Que nunca se olvide de volver cada año para enmarcar amarillos los campos por lo que anduve y los sueños de mi mente.