jueves, 18 de diciembre de 2014

Propósitos.

Pediré al nuevo año la templanza para acariciar con fortaleza los empeños.
La humildad de la disculpa de los agravios sin intención porque de cualquier forma duelen.
La serenidad para aprender de lo qué ya creí aprendido.
La viveza del fuego para amarte...
La desidia suficiente para perderme de vez en cuando.
El esfuerzo para superar todo lo que en mí no es suficiente.
Deseo necesario para pintar de amarillos los oscuros sinsabores.
Le ruego besos en los ojos de mis sueños y labios para susurrarles caricias a los vientos.
Luces para evitar las sombras que estampa la existencia.
Le pido la sencillez de la nube y la cal blanca de un muro.
Los colores verdes del campo.
Los azules de los aires y los mares.
Abrazos para entregarlos por las calles de los  días que transito.
Le suplico poder mirarte sin miedo.
Quererte sin engaño.
Morirme cada noche entre las sábanas de la luna que me muestra caminos libres.
Le pido la tranquilidad sencilla de la vida.
... porque todo lo demás es una dulce mentira.


Podemos compartir los propósitos y pensar nuevas ilusiones que nos mezan en la lejanía de los días que tenemos por construir. Todos,
somos ya sustancia viva del anhelo de renacer en un tiempo mejor.

Para todos con mi inmenso cariño.
¡Feliz Navidad!
Nos vemos pronto.

Rosa María Estremera.