lunes, 6 de octubre de 2014

Diálogo del goce del amor y del deseo.



- ¡Perdóname! - silbaba efímero el árbol mirando su reflejo casi inmóvil-
- ¡Perdóname por adentrarme en tus entrañas!
- ¡Sálvame! - rezaban sus copas vibrantes, ante el roce eterno de las cumbres cercanas-

Y las cumbres, celosas del agua se alzaron.
Y las aguas, altivas, pulieron los reflejos amarillos y verdes.

Mientras, el árbol soñó con tu mano ardiente y los besos sinceros de tu mente.



Sierra de Madrid - RASCAFRÍA- Otoño

No hay comentarios:

Publicar un comentario