Conocernos, saber de nuestras heridas, es saber transformar y sublimar todo aquello que consciente o inconscientemente nos ha ido moldeando el carácter.
El amor, el deseo, el beso, pero también la traición, la desilusión, el desengaño.
Pero hay heridas que no sólo no duelen, hay heridas que metafóricamente no forman cicatriz, moldean sonrisas, labran también alegrías que forman lo que somos.
La vida rie y duele y todo nos hace y de todo ello somos.
En este libro hay toda clases de historias desde el mismo día de mi nacimiento hasta la actualidad.
El primer amor, el primer beso, el final de la inocencia, los descubrimientos, el hombre de mi vida, mi comunión, los viajes, la maternidad, las mujeres de mi vida...
En estos poemas sólo hay verdad, mi verdad superando pudores y censuras, verdad si es que la verdad existe.
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