lunes, 1 de febrero de 2016

Significados Ocultos

Hoy quiero intentar analizar con vosotros una estrofa de mi libro: El tacto de la luna hiriente, de reciente publicación. Editado por ediciones Vitruvio en su colección Baños del Carmen nº 525. Y que el día 11 de Febrero presentaré en Ceuta, mi ciudad natal, en la Biblioteca Pública del Estado en dicha ciudad.

"No quiero desprenderme de tus manos
invisibles de razones,
de tus labios que me muerden,
de los ojos que miran tras mi mirada
cómo me arrastras y dispones"


Me sumerjo en la segunda estrofa del poema de la contraportada del libro, intentando agarrarme, más allá de las palabras, a los significados ocultos que tras las letras intentamos enmascarar al escribir.

No con la intencionalidad del engaño, no en mi caso. Casi, con la necesidad de velar la sinceridad del ser, con la imprescindible lejanía que permite contar una historia, que dejando de ser propia, exista en la interpretación subjetiva de cada cual.

Aparentemente son versos de amor y deseo, que lo son, pero escondidas entre sus manos, las invisibles razones van destinadas fuera del amado, al inexorable sinsentido que lleva el goce mortífero del sufrimiento. "Tus labios muerden, me muerden" sin especificar daño. Metonímicamente desplazado a un dolor aceptado. Como la propia existencia o a la arrebatada locura de la pasión.

La certeza subjetiva y dividida del que sabe que "sus ojos ven engañados por la mirada". Dispuesta siempre a vivir a pesar de la muerte y a dejarme "arrastrar" por el placer de escribir.

En la sutil batalla del esclarecimiento de nuestras más íntimas pasiones nos dejamos las caricias en olvidados tactos de luna, lejanos, imposibles de alcanzar.
Sin embargo, a veces, el reflejo de lo inalcanzable nos revela los placeres más tiernos, las miradas más sinceras, las verdaderas palabras de amor".

A veces la tenue y pálida luz de la luna nos muestra la existencia cercana de la pausada levedad en la alegría de la supervivencia.



                                                                                                  Rosa María Estremera.

1 comentario:

  1. Que bonito escribes Rosa Mari. Un beso enorme, encantada de verte en esta tu tierra.
    Un beso

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