viernes, 6 de junio de 2014

El arte y la muerte.

Hoy comparto con todos vosotros una colaboración para la revista literaria de narrativa y poesía:
http://repoelas.com. Dirigida por José Antonio Hervas, dicha revista recoge relatos, poemas, fragmentos de novela, de autores contemporáneos en lengua española. Es muy gratificante pensar que hay personas que están comprometidas de alguna manera con la cultura, el deseo hecho palabra, el arte... la poesía.

Es el arte en cualquiera de sus infinitas caras lo que nos diferencia y caracteriza como especie. Lo que nos individualiza como sujetos y nos brinda la oportunidad de edificar conjuntamente la sociedad.
Es el arte, la cultura, la ciencia, el deporte... es decir: el deseo, el amor, la pasión, el trabajo, el esfuerzo, el erotismo, la sexualidad entendida como energía del ser humano, la creatividad... los activos que disponemos como seres humanos para contrarrestar ese lado mortecino y malvado que también acompaña a nuestra especie.

Es nuestro verdadero valor, nuestro poder por encima de cualquier opresión, incluida la nuestra propia. La única manera de no ser esclavizado tanto por otros como por nuestra propia soberbia y estupidez.
La educación y la cultura, el arte, el deporte, el deseo por crear y avanzar es, se me antoja, la mejor manera de "ser" libres en nosotros mismos, sujetos consistentes y responsables que construyan los senderos por donde irremediablemente el hombre debe seguir avanzando, aprendiendo quizás que no es cuestión de destruir sino de seguir construyendo.
Por eso muchas gracias a todos los comprometidos con la esperanza y el deseo.

Esta es mi humilde aportación a esta revista:

VI LA MUERTE
El goce escondido de un lamento
recordado eternamente entre el amor
y el placer muerto.
Y me encontré reflejada,
capturada por un objetivo lento
entre las reflejadas aguas
del puerto de mi infancia.
En ese sublime instante
vi la muerte descansando
en mi sosiego consciente.
Y aprendí a resguardarme del oleaje,
aprendí a entregarme a los brazos
de aquel puerto sin reproche,
secuestré tus ojos,
y los embalé…
junto a mi vida y mi equipaje. 

  Poema incluido en la cuarta Sinfonía: Otras voces, de mi libro “Sinfonías y voces”. Editorial  Vitruvio
 
                                                   Foto de Rosa María Estremera: "Anochecer de Junio"
                                                                                                    

 

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